No es extraño que los niños padezcan mareos en un carro. Este problema de salud transitorio, que suele desaparecer en torno a los trece años, puede amargar el viaje familiar, por eso es importante seguir una serie de recomendaciones que pasan por evitar, durante el trayecto, la visión de tabletas y la lectura.
Hay niños que padecen mareos en vehículos y otros no. Esto se debe a que aquellos que sí que lo hacen tienen un trastorno del equilibrio al percibir su cerebro una descoordinación entre el movimiento, a través de los ojos y los estímulos que se producen en el oído interno, y el sistema osteomuscular.
“Tanto el oído como el sistema osteomuscular perciben que el cuerpo está quieto pero los ojos perciben que hay movimiento. Eso genera una pérdida de equilibrio transitorio y causa este trastorno”, explica a EFEsalud Ana Catalán, especialista del departamento de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra.
No suele darse en menores de dos años y es bastante habitual entre esa edad y los 13 años. Después suele desaparecer, aunque en algunos pacientes se mantiene incluso en la adultez.