Familiares, amigos, colaboradores y representantes de distintos sectores de la sociedad despidieron este viernes a doña Mary Pérez Marranzini, en un sepelio que honró su vida dedicada al servicio y la dignidad humana.
El acto de despedida se realizó en el Cementerio Puerta del Cielo, donde su féretro fue acompañado por familiares, empleados, relacionados y directivos de Rehabilitación, la institución que fundó y lideró con vocación inquebrantable durante más de 50 años.
Su hijo, el señor Celso Marranzini, manifestó palabras de gratitud en nombre de la familia, destacando el compromiso y amor que su madre sembró en cada obra realizada, especialmente en beneficio de las personas con discapacidad. “Ella vivió para servir, y murió rodeada del amor de su gente”, dijo con emoción.
La misa de cuerpo presente, fue oficiada por el Padre Eulogio quien pidió paz para su alma y fortaleza para los que hoy la lloran, al tiempo que recordó su fe cristiana, su humildad y su entrega sin condiciones al bienestar de los demás.