Santo Domingo.-La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) expresó su enérgico rechazo a los recientes actos de agresión llevados a cabo por la empresa minera Barrick Gold, en colaboración con miembros de la Policía Nacional y el Ejército de la República Dominicana, contra la comunidad de Arroyo Vuelta y otras cinco comunidades del distrito municipal de Zambrana, municipio de Cotuí.
El CED denunció que estos incidentes incluyen el uso excesivo de la fuerza, violaciones de derechos humanos y actos que atentan contra la dignidad de las personas. Entre los afectados se encuentran dos sacerdotes y varios miembros de las comunidades locales. «Estos hechos son inaceptables en un estado de derecho que debe garantizar la justicia, paz y respeto a los ciudadanos, especialmente para los más pobres y desprotegidos», señaló, calificando los eventos.
La Iglesia Católica resaltó su compromiso con la defensa de la vida y la dignidad humana, repudiando cualquier acción que afecte los derechos fundamentales de las comunidades. Además, expresó su solidaridad con monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, obispo de La Vega y presidente de la Comisión Nacional de Pastoral de Ecología y Medio Ambiente.
En su comunicado, la Conferencia hizo un llamado a las autoridades nacionales a respetar el marco jurídico, promover el diálogo y garantizar una investigación imparcial sobre los hechos, sancionando a los responsables y reparando los daños ocasionados. Además, recordó que la explotación de recursos naturales debe realizarse bajo criterios de responsabilidad social, ambiental y ética.
CED pide a la ciudadanía a unirse en solidaridad con los afectados y rechazar de manera pacífica estas prácticas. También pidió a los fieles que se unan en oración por la justicia y la paz en la nación.
