¿Quién es el culpable?, se preguntan los estadounidenses y toda una comunidad latina, ante el intento de asesinato planificado, al parecer, antes del expresidente y candidato presidencial Donald Trump dirigirse a una muchedumbre de seguidores del Partido Republicano.
Sin dudas, este hecho queda marcado como uno más de los tantos que hay registrados en la historia política de los Estados Unidos de América, con la superficial desdicha para el tirador que fue asesinado cuando descargaba su arma de guerra, mientras un seguidor que se encontraba a escasos metros de Trump también recibió impactos de balas que le segaron la vida, dejando como secuelas otros dos heridos. Los republicanos allí presentes buscaban albergues para protegerse y evadir las ocho balas que se disparaban en medio de la multitud.
Dicho atentado se podría resumir como una respuesta, tres años después, del asalto perpetrado contra el Capitolio de los Estados Unidos, el 6 de enero de 2021, acontecimiento endilgado a partidarios del entonces presidente Trump, a través del cual se irrumpió la sede del Congreso y se violó la seguridad, logrando ocupar partes del edificio durante varias horas, lo que ha provocado acusaciones contra el expresidente que lo catapultan como el autor intelectual de los hechos.
El Servicio Secreto de los EE. UU. no tiene con exactitud mucha información sobre el reciente atentado; sin embargo, dice investigar con profundidad los hechos que dejaron en la incertidumbre a miles de ciudadanos estadounidenses y latinos que en el marco del mitin victoriaban consignas en favor del candidato presidencial.
A pesar de sentir correr la sangre por su mejilla derecha, luego que la bala lo agrediera, Trump, aún siendo protegido por integrantes del Servicio Secreto, que lo bajaron al piso de la tarima para evadir los disparos, solicitó sin reparos que lo dejaran hablar, logró pararse, levantó su mano derecha y vociferó ante su militancia “Libertad, libertad”, dando a entender que todavía estaba vivo.
Resulta extraño, que el atentado contra Trump se produzca dos días antes de la celebración de la Convención Nacional Republicana (RNC), prevista en el Fiserv Forumse Wisconsin en Milwaukee, estado decisivo para las elecciones del 2024, donde el presidente Joe Biden y Trump se han disputado la simpatía de sus seguidores; sin embargo, es preciso destacar que Trump le ganó por poco a Wisconsin en 2016, pero en el 2020 fue abatido mediante el voto por Joe Biden.
A pesar de lo acontecido en Pensilvania, se confirma que el expresidente estará presente como un soldado de guerra presidiendo el evento electoral que lo declara como candidato definitivo del Partido Republicano para las elecciones pautadas para noviembre.
La convención es el evento principal del proceso de nominación, donde los delegados votan al candidato oficial del partido, quien por tradición acepta el cargo con un discurso, se confirma la plataforma del partido y se establecen los objetivos e ideales que debe liderar.