Los arándanos son unos frutos cada vez más populares no solo por su intenso sabor, sino también por las múltiples propiedades que ofrecen para nuestra salud. De hecho, se trata de un potente aliado para la salud intestinal gracias a sus nutrientes.
Estos frutos son ricos en compuestos bioactivos como los polifenoles y las fibras dietéticas, que actúan como prebióticos, que son sustancias que favorecen el crecimiento y la actividad de bacterias beneficiosas en el intestino, como las bifidobacterias y los lactobacilos.
Por ello, son muy beneficiosos para el microbioma intestinal, un ecosistema complejo compuesto por billones de microorganismos, juega un papel crucial en la digestión, la inmunidad y la salud general.
Al consumir arándanos regularmente, se proporciona al intestino los nutrientes necesarios para estimular el desarrollo de un microbioma equilibrado. Un microbioma intestinal saludable es esencial para prevenir diversas enfermedades digestivas y sistémicas, incluidas las inflamaciones crónicas y las infecciones.
Por otra parte, el estreñimiento es una afección común que afecta a muchas personas, y a menudo está relacionada con una dieta baja en fibra. Los arándanos, al ser una buena fuente de fibra dietética, pueden ser extremadamente efectivos en la prevención del estreñimiento, ya que pueden añadir volumen a las heces y acelera su tránsito a través del intestino, lo que facilita la evacuación.