Faride no está sola: no somos tontos
Cuando al amigo lo están despedazando, debemos estar ahí. Y, por ello, ante la ignominia contra Faride, estoy aquí. Hoy ella enfrenta una campaña sistemática; no por capricho, sino por atreverse a tocar intereses oscuros desde el Ministerio de Interior y Policía: militarizar zonas críticas, desarticular redes, poner orden donde antes reinaba el caos. Pero, sin teoría, vamos con argumentos a colocar en la balanza de la conciencia ciudadana: si quiere la decencia y el orden, o el ruido; las ventas de drogas que dañan familias, los homicidios, robos y secuestros. Es decir, la anarquía. Ese es el debate… Y…
