Santo Domingo.-El obispo Rolando Álvarez, quien está acusado por el Gobierno de Nicaragua de organizar «grupos violentos», sigue retenido en su domicilio 21 días después de que la Policía Nacional ingresase en la Diócesis del municipio de Matagalpa, aunque se encuentra bien de salud.
Según han confirmado fuentes bajo condición de anonimato al diario ‘La Prensa’, el religioso se encuentra «bien física y espiritualmente», aunque si quiere comunicarse con alguien es necesario que haya un miembro de la Policía cerca.
Así, el obispo está «limitado totalmente». Pese a ello, Rolando Álvarez sí ha podido recibir al menos dos visitas del cardenal Leopoldo Brenes, quien es vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Leonardo Brenes.